Si el terrorismo es, según el DRAE, una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror, no cabe duda de que la mejor resistencia al mismo por parte de quienes no estamos directamente involucrados en su persecución es la de no dejarnos invadir por él, continuar con nuestras vidas sin permitir a los terroristas dirigirlas.
Y el mejor homenaje que podemos hacer a la capital francesa -cuyo nombre procede del pueblo celta de los parisios, Parisii en latín-, a las víctimas es no dejarnos vencer por el miedo, no ceder al chantaje de los asesinos renunciando a nuestros principios y valores, porque entonces habrán alcanzado su objetivo.
Recordando que, como decía Rick en la mítica Casablanca, ‘siempre nos quedará París’, paseamos hoy por cinco palabras relacionadas con la ‘ciudad de la luz’, que seguro que, una vez más, sabrá sobreponerse y hacer honor a su divisa: “FLVCTVAT NEC MERGITVR”. Es decir: ‘Batida por las olas, pero no hundida’.
parisiena.-. Carácter de letra de cinco puntos –unidad de medida tipográfica equivalente a 0, 375 mm-. Aunque el DRAE no la recoge hasta la decimocuarta edición -1914-, inicialmente en la forma parisiana, ya en 1788 Terrero y Pando hacía referencia a ella en su diccionario, llamándola parisiense e indicando que no la había en las imprentas de España. Procede del francés parisienne ‘de París’
lutecio.- Elemento químico cuyo símbolo es Lu, muy escaso en la corteza terrestre y el más difícil de aislar del grupo de los lantánidos o tierras raras. Del francés lutécium –nombre que le asignó George Urbain, uno de sus descubridores-, y este de Lutèce ‘Lutecia’, nombre de la antecesora de la actual París, como bien saben todos los seguidores de Astérix y Obélix.
tuna.- Aquí con la acepción de vida alegre y vagabunda –y holgazana, añadía el DRAE hasta 1992-. Procede del francés tune ‘limosna’, ‘pieza o cantidad de cinco francos’, cuyo origen estaría en [Roi de] Thunes ‘[Rey de] Túnez’, uno de los apelativos del jefe de los mendigos de París, así apodado a imagen del duque del Bajo Egipto, como era conocido el jerarca de los gitanos de París.
versallesco.- Perteneciente o relativo a Versalles, palacio y sitio real cercano a París, -hoy uno de sus barrios residenciales-, y especialmente las costumbres de la corte francesa allí establecida, que alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII. Si hace referencia a modales o lenguaje, significa, en ocasiones con un matiz despectivo, que son corteses y elegantes de manera afectada.
apache.- Nombre aplicado a los bandidos, salteadores, ladrones y gente de mal vivir de los bajos fondos de París y, por extensión, de las grandes ciudades. Fueron periodistas de Le Matin y de Le Journal quienes en 1902 comenzaron a denominarles así por asociación de la violencia de sus fechorías con la ferocidad atribuida a la tribu nómada americana así llamada.
La cita de hoy
“París bien vale una misa”
Esta locución se emplea para hacer ver que hay objetivos en la vida por los que merece la pena hacer un gran sacrificio o renunciar a algo muy importante. La frase se atribuye a Enrique IV (1553-1610), primer rey de la dinastía Borbón en Francia, quien la habría pronunciado tras abjurar del calvinismo y convertirse al catolicismo para poder acceder al trono.
El reto de la semana
¿Con qué instrumento musical podríamos haber amenizado el paseo de hoy?
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