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Primer paseo de septiembre –o setiembre, que es en realidad forma más antigua-, un mes que supone para muchos el verdadero comienzo de su año y al que el escritor Quim Monzó no duda en calificar de ‘tramposo’ e ‘infausto’.

Es fácil percibir el origen de este término: viene del latín september, derivado de sĕptem ‘siete’, pues era el séptimo mes del calendario romano antes de la introducción de julio y agosto. En otros vocablos, sin embargo, el paso del tiempo y las evoluciones del idioma han conseguido enmascarar por completo su componente numérico.

Caminamos hoy por cinco de esas palabras, en las que, como ocurría con el caballo en otro de nuestros paseos, podemos rastrear, en este caso hasta su misma formación, la presencia de un número, cuando menos, no evidente en la actualidad.

trabajar.- Del latín vulgar tripaliǎre ‘torturar’, derivado de tripalium ‘especie de cepo o instrumento de tortura’, denominado así por los tres maderos que lo formaban. Aunque es evidente que el significado de la palabra ha evolucionado mucho, no es menos cierto que ‘trabajo’ conserva todavía un sentido de ‘penalidad’ o ‘sufrimiento’.

deán.- El canónigo que preside el cabildo catedralicio, el órgano que gobierna la catedral. Tiene su origen en el francés antiguo deien –hoy doyen-, adonde llegó desde el latín decǎnus ‘cabo que tiene a su mando diez soldados’, ‘jefe de una decena de monjes, en un monasterio’, con origen en decem ‘diez’.

cenzontle.- Ave americana de canto es muy variado y melodioso. Corominas señala que deriva del náhuatl zentzóntli ‘cuatrocientos’, abreviación de zenzontlatólli ‘cuatrocientas lenguas’, porque imita todos los ruidos que oye. El DRAE también recoge las formas ‘sinsonte’, ‘zenzontle’, ‘cenzonte’, ‘sinzonte’, ‘senzonte’ o ‘sensontle’.

bisiesto.- El año que tiene un día más que el común. Son aquellos cuyas dos últimas cifras son divisibles entre cuatro, excepto los múltiplos de 100 no divisibles por 400. Procede del latín bĭsextŭs, pues ese día extra se agregaba después del 24 de febrero, que según el cómputo latino era el día sexto de las calendas –primer día del mes- de marzo.

dril.- Tela fuerte, de hilo de algodón, con ligamento de sarga Tomado del inglés drill, que parece ser alteración del alemán drillich ‘tela tejida de tres lizos’, el cual a su vez lo fue del latín trilix, -ĭcis, compuesto de tri- ‘tres’ y licium ‘lizo’ – hilo fuerte que sirve de urdimbre para ciertos tejidos-.

El refrán de hoy 

“Agosto y septiembre no duran siempre” 

Es recomendable no confiarse creyendo que siempre se va a gozar de holgura y bienestar. Estos son meses de abundancia, de la recolección de las mieses –la siega– y la vendimia. Pero cuando terminan les suceden los de la escasez, en los que la tierra está dormida por el frío. Por eso, conviene guardar para los meses de invierno. 

 

El reto de la semana

¿Por qué no habría sido extraño que este paseo nos hubiera llevado hasta la casa de Goya?