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Ya expresa el paseante en la página de Bienvenida que tiene al diccionario por  un jardín, si no de las delicias como el del Bosco, sí lo suficientemente ameno y placentero –un auténtico ‘florido pensil’- por el que deambular tranquilamente, sin necesidad de seguir senderos prefijados. Ocurre en ocasiones que ese discurrir al buen tuntún por el lexicón nos lleva a meternos en caminos circulares, en los que las sucesivas definiciones acaban por devolvernos al punto de partida, y otras veces por intrincadas trochas en las que la aparición de vocablos desconocidos para explicar una palabra nos lleva a adentrarnos cada vez más en la maleza, alejándonos de nuestro recorrido original.

Algo parecido le debió de ocurrir en algún momento a la lexicógrafa salmantina Paz Battaner, quien esta misma semana leyó su discurso de ingreso en la Real Academia Española, dedicado a los que ella denomina “pozos sin fondo en los diccionarios”, calificando así a los sustantivos abstractos, esos que, en sus propias palabras, son pura invención, los que no presentan un referente físico o material en su primera acepción y que según dijo Ignacio Bosque en su contestación son particularmente “realidades proteicas, cambiantes, adaptativas, versátiles, escurridizas y acomodaticias”.

Sin más preámbulos, dispongámonos ya a pasear de nuevo por los pasillos de la sede de la RAE, en esta ocasión de la mano de la nueva académica -la undécima mujer en acceder a la institución en toda su historia- y de cinco de los términos, todos abstractos, con los que inició y cerró una disertación que consistió en realidad en una clase magistral. Además, como pequeño homenaje a sus palabras, incluiremos en cada uno de ellos una referencia literaria, tal y como hizo ella al tratar de algunas de ellas en su discurso.                                                                                                                                                                                                                                                         prudencia.-  El DLE la define en sus dos primeras acepciones como ‘templanza, cautela, moderación’ y ‘sensatez, buen juicio’. En la tercera podemos leer que, en religión -en la Iglesia católica en realidad-  es una de las cuatro virtudes cardinales -las otras tres son justicia, fortaleza y…templanza- , que permite al ser humano discernir y distinguir lo que es bueno y lo que es malo, para seguirlo o huir de ello. Procede del latín prudentia y en español aparece documentada por vez primera en el Universal Vocabulario en latín y en romance (1490) de Alonso Fernández de Palencia. Oráculo manual y arte de prudencia (1647) es el título de una colección de aforismos escrita por el jesuita Baltasar Gracián que aún hoy se emplea como libro de autoayuda. Por su parte, Miguel de Cervantes pone en boca de don Quijote la aseveración de que “la valentía que no se funda sobre la basa de la prudencia se llama temeridad”.

disposición.- Del latín dispositio, -onis. El Diccionario de la RAE ofrece un buen ramillete de significados: ‘acción y efecto de disponer -poner algo en orden-‘; ‘aptitud’; ‘precepto, deliberación, orden o mandato de la autoridad’; ‘estado de la salud’; ‘gallardía y gentileza de la persona’; ‘desembarazo, soltura en preparar y despachar algo que se tiene a cargo’; ‘medio utilizado para ejecutar un propósito, o para evitar o atenuar  un mal’; en arquitectura, es la distribución de todas las partes de un edificio y, en retórica, la colocación ordenada  de los distintos elementos de una composición literaria.  Alonso Zamora Vicente, quien fuera profesor de Battaner en la Universidad de Salamanca, hace decir a uno de sus personajes en A traque barraque: “Pero si usted tiene algún capricho, o pensamiento ya maduro sobre tan importante trago, ya sabe que estoy a su disposición”, utilizando esta locución que es una fórmula de cortesía para ofrecerse a otra persona.

entusiasmo.- Derivado del latín moderno enthusiasmus, que a su vez lo hace del griego enthousiasmós ‘arrobamiento, éxtasis’, propiamente ‘posesión o inspiración divina’. En el Diccionario de autoridades aparece en la forma enthusiasmo con la acepción de ‘furor poético, phantasía o idea expressada con dichos y voces extraordinarias, y en cierto modo preternaturales’. La última edición del Diccionario académico incluye los sentidos de ‘exaltación y fogosidad del ánimo, excitado por algo que lo admire o cautive’; ‘adhesión fervorosa que mueve a favorecer una causa o empeño’; ‘furor o arrobamiento de las sibilas al dar sus oráculos’ e ‘inspiración divina de los poetas antiguos y de los profetas’. El también académico José Zorrilla dejó escritos estos versos: “Que la mente del poeta, / en su entusiasmo violento, / beba en tu mirada inquieta / la fogosa inspiración.”

paz.- Encuentra su origen el latín pax, pacis y Corominas señala que es voz común a todos los romances. Hasta ocho acepciones ofrece el DLE: ‘situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países; ‘relación de armonía entre las personas’; ‘acuerdo por el que se pone fin a una guerra entre naciones’ -se utiliza también en plural con el mismo significado-; ‘ausencia de ruido o ajetreo en un lugar o momento’; ‘estado de quien no está perturbado por nada’; ‘sentimiento de armonía interior que reciben de Dios los fieles’; ‘saludo que se realiza en misa como símbolo de paz y reconciliación’ y ‘placa con alguna imagen o relieve -también llamada portapaz– que, en las misas solemnes, se besaba en la ceremonia de la paz. El poeta bilbaíno Blas de Otero escribió en uno de sus poemas más conocidos: “Pido la paz y la palabra. / Escribo / en defensa del reino / del hombre y su justicia…”

misericordia.- Del latín misericordia, que Cuervo especifica que está compuesto de misereri ‘tener piedad’ y cor, cordis ‘corazón’.  En el DLE encontramos, junto a dos definiciones abstractas, las de ‘virtud  que anima a compadecerse de los sufrimientos ajenos, impulsando a ayudarles o aliviarles’ y ‘atributo de Dios, por el que perdona los pecados y miserias de sus criaturas’, otras dos mucho más materiales: ‘pieza en los asientos de los coros eclesiásticos que permite apoyarse en ella para descansar con disimulo cuando se debe permanecer de pie’ y ‘puñal con el que los caballeros de la edad media daban el golpe de gracia a un enemigo -propiamente llamada puñalada de misericordia-. Además, una obra de misericordia es aquella con la que se socorre al necesitado. En Las moradas (1588) Teresa de Jesús escribe: “Bendita sea tanta misericordia y con razón serán malditos los que no quisieron aprovecharse de ella”.

La cita de hoy

“No puedo dejar de observar el secreto y misterio que encierra la lengua”

 Paz Battaner

 

El reto de la semana

¿Qué sentimiento -otro sustantivo abstracto-  expresó también Battaner en las palabras iniciales de su intervención, propio, como asegura el refrán, de quienes son bien nacidos?

 (La respuesta, como siempre, en la página de ‘Los retos’)