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Un año más hemos celebrado una de las tradiciones más arraigadas en nuestro país: la Semana Santa, la conmemoración cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Una celebración que a su significado religioso une su interés histórico, folclórico e incluso turístico.

A diferencia de otras festividades religiosas, no tiene fecha fija, pues depende de la Luna: el primer viernes después de la primera luna llena posterior al equinoccio de primavera será el Viernes Santo.

En estos días se celebran en toda España numerosas procesiones, organizadas por distintas hermandades y cofradías. Aunque el vocabulario puede llegar a variar mucho de unos lugares a otros, esta semana repasamos cinco palabras de uso común.

paso.- Efigie o grupo de figuras que representan diferentes momentos de los últimos días de Cristo y su resurrección, a Vírgenes o a santos, y que se sacan en procesión. La causa que originó su uso fue la conveniencia de representar la Pasión de Cristo mediante imágenes para que el pueblo, en su mayoría analfabeto, la pudiera comprender.

nazareno.- Miembro de una cofradía o hermandad que, vestido de túnica o hábito, acompaña a los pasos durante la procesión. Se le denomina también ‘penitente’ (menos en Sevilla, donde estos términos no significan lo mismo). Toman su nombre de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, al adoptar su mismo tipo de vestimenta.

manolas.- Nombre que reciben en algunos lugares las mujeres que acompañan a los pasos. Visten de negro, con mantilla y peineta. En las procesiones del Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo, la mantilla es negra, mientras que el Domingo de Resurrección suele ser blanca. 

capirote.- Cucurucho de cartón cubierto de tela, que cubre la cabeza de los penitentes que participan en la procesión. Tiene su origen en la época del Tribunal de la Inquisición, que colocaba un gorro similar a quienes resultaban condenados. La tela, que cae sobre la cara y el pecho, sirve para ocultar la identidad del penitente.

saeta.- Cante que suele interpretar una sola persona delante de los pasos en las iglesias, desde un balcón o en la calle. No lleva acompañamiento musical. Tiene su origen en el folclore andaluz y en un principio fue un rezo en voz alta dirigido a la Virgen María o a Jesús, pidiendo ayuda o alguna gracia.

 

El dicho de hoy 

“La procesión va  por dentro” 

Significa que, aunque no se demuestre externamente, porque no se quiere que se sepa, internamente se tiene un sentimiento de dolor, de rabia, de temor, de angustia, de tristeza, de inquietud… Con este mismo sentido se dice: “La música va por dentro

 

El reto de la semana 

¿Qué palabra en común nos podemos encontrar si hablamos de la Semana Santa y si hablamos de los moáis?