Recuerda el paseante haber escuchado hace ya mucho tiempo cómo el veterano periodista Miguel Ángel Aguilar establecía la distinción entre “amigos, conocidos y saludados”. Claro que eso era antes de la irrupción en nuestras vidas de internet…
Las redes sociales propician hoy interactuar con personas de las que a veces ni siquiera llegamos a conocer su nombre –más allá de un nick-, pero con las que establecemos un nexo que va más allá de las etiquetas. Una de ellas es Pilar –en este caso sí conocemos su identidad-, autora del muy didáctico blog Atutía para textos, cuya generosidad la lleva a mejorar estos paseos con sus siempre pertinentes -¡y bienvenidas!- aportaciones.
Justo parece, pues, que el paseante le muestre su agradecimiento por ello utilizando el mismo canal que les permitió encontrarse y le dedique el paseo de esta semana por cinco términos eponímicos procedentes de esa lengua árabe que ella tan bien maneja.
alboronía.-. Guiso de verduras picadas y revueltas, en el que la berenjena ocupa un lugar destacado. Procede de al-būrāniyya, de Būrān (807/844), esposa del califa al-Ma’mūn –hijo del legendario Hārun al-Rašīd-, a quien se atribuyó la invención de este plato. Los festejos que acompañaron la celebración de su boda fueron tan fastuosos que se acuñó el dicho urs-Būrān ‘la boda de Būrān’ como sinónimo de magnificencia.
benimerín.- Individuo de una tribu nómada marroquí de origen bereber que fundó un imperio en el Magreb en los siglos XIII y XIV. Sucedieron a los almohades en el control de partes de Andalucía tras su caída. Del árabe andalusí bani marín ‘los descendientes de Marīn’, llamados así por su antecesor Marīn ibn Wartājan al-Zanātī.
zahén.- Dobla –moneda castellana- usada por los moros españoles, de oro finísimo –el Diccionario de autoridades añadía ‘puro y resplandeciente’-. Del árabe andalusí zayyán[i], gentilicio de Abū Zayān, rey de Tremecén, antiguo reino cuyo territorio ocupaba lo que hoy es el noroeste de Argelia. El DRAE recoge también la voz zahena.
abencerraje.- Miembro de una familia nobiliaria del reino musulmán de Granada en el siglo XV, proveniente del norte de África. El término procede también del árabe andalusí, de aban [as] sarráğ ‘hijo del guarnicionero’, nombre del antepasado de la estirpe. Zegríes y abencerrajes, locución similar a tirios y troyanos, encuentra su origen en la proverbial rivalidad entre ambas familias.
bahaí.- Seguidor del bahaísmo –o perteneciente o relativo a él-, doctrina religiosa sincrética proveniente del babismo, surgida en Persia en el siglo XIX. Toma su nombre del árabe clásico bahā’u ḷḷāh ‘gloria, esplendor de Dios’, sobrenombre puesto a Mirza Husein-‘Alí (1817/1892), fundador del movimiento, muerto en el exilio.
El dicho de hoy
“En Calatañazor, Almanzor perdió el tambor”
Se emplea para enfatizar que alguien ha perdido. Almanzor –‘el invencible’- era el sobrenombre de un caudillo musulmán que infligió numerosas derrotas a los reinos cristianos. El dicho tiene su origen en la supuesta batalla de Calatañazor – no confirmada históricamente y que tal vez fuera si acaso una simple escaramuza-, en la que habría sido vencido, muriendo poco después en Medinaceli. El obispo Lucas de Tuy lo recoge ya en su Chronicon Mundi (siglo XIII), , asegurando que el mismo día de la batalla un fantasmagórico pescador –que sería el diablo- llorando lo gritaba, unas veces en castellano y otras en árabe, en las orillas del Guadalquivir.
El reto de la semana
¿Quiénes podrían habernos acompañado en el paseo de hoy, que nos habría llevado además a tierras de Siria, el Líbano, Israel o Jordania?