Enero ha vuelto a traernos la que se conoce como ‘semana de los barbudos’, de gran tradición festiva en Cataluña y reputada como una de las más frías del año, como bien refleja el refrán ‘La semana de los santos barbudos, fríos y vientos’.
Los santos a que se refiere el dicho son Pablo –primer ermitaño-, Mauro y Antón, cuyas festividades se celebran precisamente en estas fechas y que son representados con luengas barbas. Parece claro entonces el tema de nuestro paseo… Pero como lo que nos gusta aquí es jugar con las palabras, vamos a peinarlo de otra manera.
Dispongámonos entonces a rizar el rizo del diccionario para encontrar cinco términos que a pesar de mostrar una evidente ‘barba’ no precisan ser rasurados, pues no tienen que ver con el pelo que nace en la cara.
barbarismo.- Incorrección que consiste en el empleo –oralmente o por escrito- de palabras o formas de las mismas que están en desacuerdo con el uso considerado correcto. También designa en lingüística a un extranjerismo no incorporado totalmente al idioma. Asimismo, es sinónimo coloquial de ‘barbarie’.
barbaján.- En México, persona brutal, rústica y tosca en su lenguaje y modales. En tiempos se usó también en Cuba. Corominas aventura que quizá provenga del italiano barbagianni ‘cierta ave nocturna de rapiña’ y, de hecho, aparece –en ocasiones como palabra llana- en diccionarios del siglo XIX con la acepción de ‘especie de búho’.
barbacana.- Designa usualmente a una obra militar avanzada y aislada para defender cabezas de puente, puertas de plazas. Procede del árabe hispánico báb albaqqára ‘puerta de las vacas’, porque protegía un recinto intermedio entre esta fortificación y la muralla principal, donde los sitiados guardaban el ganado destinado a alimentarles.
embarbascar.- Verbo que el DRAE remite directamente a envarbascar, envenenar el agua con una planta, ‘verbasco’ o ‘varbasco’, para atontar a los peces. El Diccionario manual –también académico- incluía además la forma ‘barbasco’ en sus cuatro ediciones; no así su sucesor, el Diccionario esencial (2006), donde ha desaparecido.
barbacoa.- Proveniente de una lengua aborigen del Caribe –probablemente el taíno-, es el nombre de diversos armazones y andamios destinados a usos distintos. De entre sus varias acepciones, la más usual es la de parrilla empleada para asar carnes o pescados al aire libre, así como el conjunto de alimentos preparados en ella.
El refrán de hoy
“Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar”
Este refrán, que podemos encontrar ya en el Diccionario de Autoridades (1726-1739), incluyendo una versión en latín, nos recomienda que a la vista de los males ajenos -especialmente si les ocurren a quienes son de nuestra condición y trato- escarmentemos en cabeza ajena y pongamos los medios necesarios para intentar evitar padecer el mismo daño.
El reto de la semana
¿Qué dos gentilicios recogidos en el diccionario -referidos a un mismo lugar y que bien podían haber figurado entre las palabras de nuestro paseo- podríamos relacionar con el Opus Dei?
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