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Es el paseante un firme convencido de las virtudes terapéuticas del arte y por ende de la belleza, por lo que no ha podido dejar de celebrar que si hace unas semanas esta se presentaba en su convalecencia literal y literariamente a través de los versos de Laura en Qué bonito es verte llover, ahora se le haya manifestado merced a los acordes de la música de Claudia Vega, artista que, por una de esas sincronicidades que de vez en cuando asoman por estos paseos, nació el mismo año que la autora del libro

Música que esta joven compositora modula en sus conciertos con una voz, a ratos cálida, a ratos áspera, que sale de mucho más adentro que del fondo de la garganta y que transmite de manera honesta y transparente, sin disfraces ni trucos de ilusionismo, su verdad. Verdad de la que es consciente que no es única ni inmutable: que es la de ese preciso momento en el que, sobre el escenario, vuelve a cantar por vez primera la canción mil veces interpretada, sabiendo que la pasión ha de ser siempre nueva para poder seguir siendo la misma.

Paseamos hoy al son de cinco palabras del diccionario relacionadas con Claudia -y con su pulsión de ampliar horizontes, pues todas ellas han llegado a nuestro idioma desde otras tierras o han levantado el vuelo para encontrar acomodo y nuevos sentidos en otros pagos- o con sus composiciones recogidas en un disco cuyo título, Feeling warm again, ella consigue trasladar -y en esto sí interviene la magia- desde la carátula hasta el interior de cualquiera que lo escuche.

claudia.- Esta voz del Diccionario de la lengua española remite desde su edición de 1884 a ciruela claudia, variedad de esta fruta que tiene forma esférica y es de color verde claro o amarillento, muy jugosa, dulce y fragante. Toma su nombre de Claudia de Francia (1499-1524), primera esposa de Francisco I (1494-1547), motivo por lo que antiguamente era también conocida en nuestra lengua como ciruela reina claudia -en francés recibe aún hoy el nombre de reine-claude. Este monarca francés llegó a formar parte de la historia de Madrid -ciudad natal de la protagonista de nuestro paseo de hoy- por permanecer allí varios meses cautivo tras ser capturado en la batalla de Pavía (1521) por las tropas del emperador Carlos. A su vez, ciruela deriva del latín cereola [pruna] ‘[ciruelas] de color de cera’. Claudia era también uno de los nombres populares con que era conocida la peseta, como encontramos recogido en el Diccionario de argot (1987) de Juan Ramón Oliver.

calavera.- Del latín calvaria ‘cráneo’, derivado de calvus ‘calvo’, es un término polisémico que a su significado original de conjunto de los huesos de la cabeza, sin carne ni piel, añade otros más locales según el país hispanohablante donde nos situemos: una mariposa; un enchufe eléctrico con varias conexiones; cada una de las luces de la parte trasera de un vehículo; un hombre juerguista e irresponsable; un poema satírico que se dedica a alguien el Día de Difuntos; el dinero o regalo que solicitan los niños ese mismo día; un dulce con forma de cráneo; un tipo de orquídea; una mentira; la tapa del delco; un agujero en el talón de unos calcetines viejos; una persona que derrocha el dinero… Marcar calavera se emplea en Colombia con el sentido de que alguien está condenado a muerte o de que no se tiene opción en alguna actividad, y en El Salvador para significar que una persona ha muerto, mientras que poner cruz y calavera es un guatemalquismo para indicar que se da algo por perdido.

lolita.- El DLE indica que esta palabra -que con mayúscula inicial da nombre a la séptima canción del disco- se emplea para designar a una adolescente provocativa y seductora. Encuentra su origen en el personaje literario de Dolores Haze, la protagonista de Lolita (1955) -sin duda la novela más conocida y más polémica del escritor ruso Vladimir Nabokov (1899-1977)-, una niña de doce años por quien su padrastro siente obsesión sexual. En el español de Cuba -y así lo recoge el Diccionario de americanismos- encontramos a su vez la locución adverbial «de Lolita por su hermosura» para referirse de manera popular a algo que se hace por mero capricho, sin motivo justificado y sin tener en cuenta la opinión de los demás. En este caso procede de una leyenda popular según la cual una prostituta llamada Lola -en otra versión, una esposa infiel- fue asesinada justamente a las tres de la tarde, hora que es conocida en toda la isla con otra locución: «a la hora en que mataron a Lola».

pergamino.- Procede del latín tardío pergaminum, y este del griego bizantino pergamēnē, propiamente ‘de Pérgamo’, ciudad de Asía Menor de donde era originaria esta piel de res limpia de pelo, estirada y preparada de tal manera que ofrece una superficie lisa sobre la que se puede escribir. Fue empleado en la antigüedad en vez del papel; hoy en día se utiliza en la fabricación de tambores y panderetas. Por extensión se denomina también así a un documento escrito en esta piel o a los antecedentes nobiliarios de una persona o familia. Hasta la edición de 1817 el DLE incluía también la forma pargamino. En América encontramos pergamino referido en diversos países a la cascarilla que envuelve el grano del café, recogiendo el Diccionario de americanismos pergamino húmedo, pergamino oro y pergamino seco como distintos tipos de grano secados y sin descascarillar.

vega.- Otro vocablo que muestra el enriquecimiento de nuestro idioma al arraigar en América. Mientras que en España hace referencia a un terreno bajo, llano, fértil, generalmente atravesado por un río, en la otra orilla del Atlántico da nombre también a un terreno sembrado de tabaco -en Cuba y Venezuela-; a uno muy húmedo -en Venezuela y Chile-; a uno que se inunda en verano y se seca en invierno -en el Perú- o, en la Argentina, el que por excesiva humedad no resulta apto para el cultivo. En algunas zonas de Chile también se llama vega a un mercado de frutas y verduras, mientras que en Puerto Rico la locución comer en vega hace referencia a disfrutar de una favorable situación económica. Etimológicamente deriva, según el Diccionario académico, de la voz prerromana *vaica, que Corominas transcribe como baika ‘terreno anegable y a veces inundado’, derivado de ibai ‘río’, conservado hasta nuestros días en euskera.

La cita de hoy

Je ne regrette pas de t’avoir
couvert en bisous tout entier.
Même si tu pars en courant en criant
que t’as peur d’être trop bien aimé

Claudia Vega

El (no) reto de la semana

Algunas veces los discos incluyen una pista adicional, una «propina» -como los bises en un concierto-, así que este paseo va a sustituir por una vez el reto de la semana por un tema extra: el enlace al que seguramente es el más emblemático de los temas compuestos por Claudia Vega, una canción dedicada a su madre, quien, por cierto, es merecedora por sí misma de uno de estos paseos.